Diego Villanúa es doctor en Veterinaria. Natural de Huesca, lleva 16 años formando parte del sector público empresarial de Navarra. Actualmente es técnico especialista en el área de Biodiversidad de la sociedad pública Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK y anteriormente trabajó para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Comenzando por lo más reciente, ¿cómo has vivido laboralmente el año 2020 y el 2021? ¿Cómo ha afectado a tu trabajo la pandemia y sus consecuencias? 

Razonablemente bien. Durante lo más duro de la pandemia pude continuar con mi trabajo de campo y en el centro de recuperación de fauna silvestre de Ilundain sin grandes cambios. Sin embargo, el cambio de trabajo de gabinete en la oficina al teletrabajo ha sido un reto. Al principio costó, sobre todo no tener el contacto directo con los compañeros, que agiliza mucho la resolución de dudas y da confianza a la hora de tomar decisiones.

¿Cómo comenzó tu andadura profesional en GAN-NIK y qué áreas has ido incorporando en tu día a día desde entonces?

Empecé en el área de Gestión Cinegética, justo al terminar mi tesis doctoral sobre perdiz y sisón en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC). En el equipo de caza he estado trabajando tanto en temas de gestión como de seguimiento de especies con distintas metodologías. A mi trabajo en este campo se sumó en 2012 la atención veterinaria en el Centro de Recuperación de Fauna de Ilundain, que he estado desarrollando hasta ahora. En el presente 2021, he dejado el equipo de caza para incorporarme al de Biodiversidad, desarrollando trabajos tanto de gestión como de marcaje y seguimiento de fauna.

¿Qué te atrajo de trabajar en GAN-NIK?

De GAN-NIK siempre me ha gustado que sea una empresa de gestión que basa sus acciones en trabajos científico-técnicos, llenando ese vacío que suele existir entre la ciencia y la gestión. También que se le da mucha importancia al trabajo de campo para conseguir información contrastable y de calidad.

Si tuvieras que explicar a alguien «pagano» en la materia a qué se dedica GAN-NIK de un modo muy sencillo, ¿cómo lo harías?

Diría que es una empresa pública que trabaja en diversos campos relacionados con el medio ambiente. Desde el punto de vista de seguimiento de las poblaciones de fauna y flora o calidad ambiental, hasta el punto de vista de gestión de las mismas.

¿Qué tres cualidades destacarías del servicio que ofrece tu empresa en general a la sociedad navarra?

A lo largo de estos años de trabajo creo que una de las cualidades que más valora la gente con la que tratamos es que aportamos la agilidad que en ocasiones otras partes de la administración no pueden conseguir por su propia dimensión o plazos.

Otra de las cualidades destacables de GAN-NIK, a mi entender, es la capacidad que se tiene para conseguir fondos relacionados con proyectos europeos que aportan una fuente de ingresos importantes a Navarra y que contribuyen a desarrollar trabajos de gran interés.

¿Cómo es un día normal en tu trabajo?

Cuando estoy haciendo el trabajo de oficina suelo empezar a trabajar sobre las 7:00 o 7:30, generalmente mediante teletrabajo a no ser que tenga alguna tarea que discutir con algún compañero, y termina sobre las 15:30. Sin embargo, los días de campo son cada uno diferente y el horario lo marca la especie con la que estemos trabajando en ese momento. Por ejemplo, la semana pasada estuvimos capturando un águila de Bonelli para instalarle un emisor GPS dentro del proyecto europeo Life Aquila. Por lo tanto, tenía que estar en el campo a las 6:00 para tenerlo todo preparado antes del amanecer y, como hasta las 17:00 no quiso caer en la trampa, no pude volver a casa hasta las 20:00, una vez procesado el ejemplar y recogido todo el material.

¿Qué es lo que más te gusta de tu puesto? ¿Y lo que menos?

Lo que más me gusta es que tengo mucho trabajo de campo que me exige estar permanentemente revisando los trabajos científicos que se van publicando en nuestro campo. Y me costaría decir algo que no me guste, pero supongo que tal vez sea lo complicado que puede ser en ocasiones encajar los horarios del campo con la vida familiar. De todos modos, llevo más de 20 años trabajando con fauna silvestre y mi familia ya tiene asumido que mi horario a menudo lo marca el sol.

Haznos un pequeño balance y detalla un poco más alguno de los proyectos concretos en los que participas.

Uno de los proyectos más interesantes en los que he participado en los últimos años ha sido el Interreg Poctefa HABIOS, donde nuestro equipo ha trabajado con el pico dorsiblanco tratando de definir los requerimientos de hábitat de este carpintero para hacer compatible el aprovechamiento forestal con su conservación.

Esta especie es el pájaro carpintero más escaso de Europa, y tiene en el Pirineo el límite occidental de su área de distribución. Navarra cuenta con el 99% de las parejas de esta especie en España, lo que nos hace responsables, casi en exclusiva, de su conservación. Debido al hábitat que ocupa, los hayedos del Pirineo, y su pequeño tamaño, hasta el momento nunca se habían marcado ejemplares con emisores GPS, por lo que el conocimiento que teníamos de los requerimientos de hábitat de este pájaro eran escasos.

Tras 3 años de capturas y radio-marcajes hemos podido comprobar como los territorios no son de 30 hectáreas, como pensábamos, sino de en torno a 300 hectáreas. También hemos observado cómo es capaz de salir adelante utilizando masas forestales explotadas para la extracción de madera, siempre y cuando se siga un determinado manejo. Estos resultados los hemos expuesto en un congreso internacional en Bialowieza (Polonia), los hemos divulgado en varias revistas tanto científicas (Bird Study, Acta Ornitologica, Ringing and Migration), como de divulgación (Quercus, Elhuyar) y los hemos resumido en un manual de gestión del hayedo que está a punto de publicarse. De este modo, hemos tratado de que el conocimiento generado llegase a todos los actores que, de un modo u otro, puedan estar implicados en el manejo de hábitat de este pájaro y, por tanto, en su conservación.

¿Qué valoración hacen en tu entorno sobre el servicio que ofrece GAN-NIK? ¿Crees que son conscientes de que es una sociedad pública/servicio público?

Dentro de mi entorno cercano, donde todo el mundo sabe más o menos lo que hago, pienso que la opinión que tienen de GAN-NIK es buena, y lo mismo podría decir de la gente con la que me ha tocado trabajar. El colectivo de cazadores, por ejemplo, con el que he estado trabajando 15 años, confía mucho en nosotros y pienso que nos valora muy positivamente. Esto se debe, en mi opinión, a que solemos darles respuesta a sus dudas y problemas y además saben que nuestra asesoría se sustenta en un trabajo de campo muy potente. A menudo lo hacemoscon su ayuda, de manera que, incluso cuando se les establecen restricciones, las comprenden y aceptan.

¿En alguna ocasión te ha tocado escuchar comentarios negativos en torno a las sociedades públicas?

En alguna ocasión he oído comentarios acerca del supuesto enchufismo que podría haber en las empresas públicas, pero bastaba exponerles mi caso para disipar estas dudas. Un veterinario de Huesca sin ningún conocido en la administración ni en la política navarra, con un currículum adecuado, que saca el mejor resultado en un examen y ocupa un puesto.

¿Qué aspectos consideras que debemos mejorar para cambiar las percepciones negativas que pueden tenerse sobre las sociedades públicas?

Yo creo que de lo que se trata es de seguir haciendo nuestro trabajo lo mejor posible para que la gente con la que trabajamos siga confiando en nosotros. De cara al resto de personas, supongo que el enfoque que se da en la actualidad, con divulgación de nuestro trabajo en las redes sociales, puede ser una buena herramienta para que la gente en general vaya siendo más consciente de nuestro trabajo y mejore la opinión sobre nosotros.

César Arriaga, de origen pamplonés, lleva 25 años trabajando en la sociedad pública de Navarra Tracasa (actualmente, Tracasa Instrumental). Tras licenciarse en informática en la Universidad de Deusto y haber trabajado en centros tecnológicos de Navarra, actualmente ocupa el puesto de jefe del área de Sistemas de Información Corporativos del departamento de Ingeniería de Software y Sistemas de Información de la sociedad pública. Además, desde 2004 es profesor asociado de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).

Comenzando por lo más reciente, ¿cómo has vivido laboralmente el año 2020 y el 2021? ¿Cómo ha afectado a tu trabajo la pandemia y sus consecuencias? 

2020 ha sido un año especialmente intenso (y 2021 lo sigue siendo), tanto por lo achacable a la pandemia, como por el momento álgido en el que nos encontramos en varios proyectos importantes en los que participo directamente.

En relación a la pandemia y su afección al trabajo, creo que es de rigor empezar por destacar el gran esfuerzo realizado por todos y la capacidad para adaptarnos a esta nueva situación sobrevenida, en la que podemos asegurar que hemos mantenido sin merma el nivel de servicio que veníamos prestando durante el tiempo en el que hemos practicado el teletrabajo.

Aunque parezca paradójico, en mi caso me ha permitido fortalecer la relación con las personas del equipo, ya que he tratado de prevenir la pérdida de contacto y comunicación que podría darse por el distanciamiento mediante reuniones virtuales sistemáticas más allá de lo que podría ser lo habitual. También es verdad que se ha echado en falta el contacto físico y considero que una situación de teletrabajo forzado no es la idónea para el desarrollo de nuestra actividad. Casi diría, que tampoco para nuestra salud emocional, sin perjuicio de que nos haya permitido probar otras fórmulas de trabajo que podremos aprovechar, incorporándolas a las tradicionales, de una manera balanceada que tendremos que analizar.

¿Cómo comenzó tu andadura profesional en Tracasa Instrumental?

Tiene su parte de anécdota. Tras finalizar la carrera (1993) obtuve una beca de año y medio del Gobierno de Navarra para colaborar en los Centros Tecnológicos de Navarra (CETENASA). A finales del verano del último año me inscribí en dos procesos de selección, uno el de Tracasa y otro para la editorial Aranzadi. Pasó el tiempo, finalizó el año sin noticias y obtuve mi primer contrato, todavía de CETENASA. Casi a continuación me llamaron para participar en los dos procesos y en ambos me propusieron unirme a sus respectivas empresas.

Sinceramente, en aquel momento mi criterio era limitado y ambas ofertas me parecían muy interesantes. Recuerdo que pude contar con muy buenos consejos dentro de mi familia que me ayudaron a tomar la decisión. . Al final, fue una combinación de aquellos consejos y del atractivo de “la venta” que me hizo Roberto Clerigué, actualmente director de Ingeniería de Software y Sistemas de Información, para trabajar en Sistemas de Información Geográfica. Enseguida tuve claro que había acertado y «solo» llevo 25 años en la empresa.

Si tuvieras que explicar a alguien “pagano” en la materia a qué se dedica Tracasa Instrumental de un modo muy sencillo, ¿cómo lo harías?

De hecho, esto es algo que me toca hacer con cierta frecuencia a los candidatos de los procesos de reclutamiento de personal. De entrada creo que conviene hacer hincapié en nuestro carácter instrumental, como herramienta al servicio de la Administración navarra, que se materializa en la prestación de diversos servicios entre los que podríamos mencionar el soporte técnico a usuarios, la grabación, tratamiento y operación de datos, las asistencias técnicas, la gestión de deudas, el mantenimiento catastral y, por último, la actividad del departamento en el que me ubico y de un gran peso en la actividad de la empresa, Ingeniería de Software. O traducido, ser una factoría de software integral para el desarrollo de soluciones informáticas para la Administración.

¿Qué tres cualidades destacarías del servicio que ofrece tu empresa en general a la sociedad navarra?

Creo que tenemos bastante arraigado el compromiso con el usuario final, tanto por el contacto directo que podamos tener en ciertos servicios, como por la criticidad de los servicios que les prestamos (ya sea directa o indirectamente).

Aunque sea una parte de lo anterior, también destacaría nuestra aspiración en la búsqueda de la calidad de los mismos. Y, por último, creo que se puede afirmar que llevamos muchos años colaborando con el Gobierno de Navarra para dar soluciones innovadoras que redundan en el beneficio de la sociedad navarra.

¿Cómo es un día normal en tu trabajo?

Suelo empezar la jornada sobre las ocho, dependiendo de la época del año (tenemos una gran flexibilidad de horario, tanto para la entrada como para la distribución de la jornada a lo largo del día, con varios meses de jornada continua y el resto de jornada partida).

Suelo arrancar tratando de despachar la siempre creciente lista de correos electrónicos (y sus gestiones asociadas), hasta que entre las nueve y las diez de la mañana me reúno con tres equipos del área en lo que llamamos las “dailies” (reuniones de “sincronización de información” que tienen su origen en la metodología ágil de desarrollo Scrum).

El resto del día lo reparto realizando labores de gestión de proyectos, gestión administrativa, gestión de personas, su reclutamiento, de tutela de los equipos para el buen cumplimiento de los estándares y metodologías que aplicamos y, por último, a ejercer “mi profesión de informático”, participando directamente en ciertos proyectos realizando funciones de dirección, análisis, diseño técnico y consultoría.

En definitiva, mi misión principal es la de facilitar que todos los equipos del área puedan realizar en condiciones óptimas su labor de desarrollar software de calidad para nuestros clientes y, de manera complementaria, participar activamente en los proyectos en los que puedo aportar valor por mi bagaje técnico y de negocio, fundamentalmente, en el ámbito de los sistemas de información catastral.

Espero que esta respuesta les sirva también a mis hijas, que siempre me dicen que no saben explicar a sus amistades a qué me dedico exactamente.

¿Qué destacas como lo más interesante de formar parte de SIC, siendo su embrión el Sistema de Información Catastral de Navarra?

Efectivamente, esta área se conformó alrededor del equipo de Tracasa que desarrolló el Sistema de Información Catastral de Navarra inicial. Este equipo sigue formando parte del área SIC y tiene la particularidad de que no solo mantenemos y evolucionamos el sistema software, sino que también realizamos su operación al estar hospedado físicamente en el Centro de Procesamiento de Datos (CPD) de Tracasa Instrumental.

Aunque pueda sonar «friki», considero que trabajar en el ámbito de las soluciones catastrales es apasionante, tanto por los conceptos que se adquieren (gracias a los grandes maestros que siempre hemos tenido en nuestros clientes, Riqueza Territorial y Hacienda) relacionados con los bienes inmuebles, los derechos reales, etc., como por la perfección técnica que exigen y exhiben estos sistemas, la naturaleza de la información que manejan (literal, geográfica y documental) y las tecnologías que se han de emplear. Actualmente, y como consecuencia de la Reforma de la Ley Hipotecaria de 2015, estamos desarrollando diversas aplicaciones y servicios avanzados que nos van a permitir integrar el catastro con los sistemas de información del notariado y de los registros de la propiedad, y lo estamos haciendo con unos primeros resultados muy prometedores pese a las grandes diferencias existentes entre dichos sistemas (aunque estemos trabajando sobre una materia común). Estos desarrollos vamos a compartirlos adaptándolos para la Diputación Foral de Álava gracias a un convenio firmado por ambas administraciones.

Por otra parte, desarrollamos de la mano de la Dirección General de Telecomunicaciones y Digitalización proyectos y sistemas clave para la Hacienda Foral de Navarra que suponen un reto permanente, entre los que podría destacar todo el sistema para la gestión del IRPF, incluyendo el programa de ayuda web para la confección y presentación de declaraciones por parte de los contribuyentes.

Por terminar, otra área en constante ebullición y crecimiento es la de los servicios horizontales para la administración electrónica (autenticación, firma, plataformas de intermediación entre administraciones, etc.), en cuyo desarrollo también participamos desde nuestra área y que son la base indispensable que posibilita la prestación por parte del Gobierno de Navarra de servicios telematizados a los contribuyentes y el intercambio de información con otras administraciones.

En definitiva, trabajamos sobre sistemas críticos para la Administración, que requieren de constante adaptación normativa y evolución tecnológica.

¿Qué supone para ti encargarte también de la parte de gestión, sobre todo de personas, en los proyectos? ¿Qué es lo que más y lo que menos disfrutas de estar parte?

En relación a la gestión más burocrática o administrativa, nuestra filosofía siempre ha sido tratar de minimizarla mediante la optimización y automatización de los procesos. En el ámbito de nuestra actividad de la Ingeniería de Software llevamos ya muchos años defendiendo y practicando las metodologías ágiles, y actualmente desde la dirección de la empresa se ha realizado una apuesta clara por implantar la agilidad en todos los niveles de la empresa con acciones concretas dirigidas a ello, que al fin y al cabo, lo que posibilitan es que todos podamos dedicar nuestros esfuerzos a actividades que aporten valor, lo cual siempre es muy gratificante.

En relación a la gestión de personas debo decir que es un aspecto fundamental de mi trabajo: cuidar a las personas, tratar de que estén motivadas, formadas, comprometidas, aunque no siempre es tarea fácil. Aunque suene a discurso manido, las personas son nuestro principal activo, son el depósito del conocimiento que atesoramos como organización y que nos permite ayudar a sostener y evolucionar sistemas clave para la Administración.

La parte que menos disfruto es la que tiene que ver con hacer de “policía” (la supervisión para el cumplimiento de las normas, registros, etc.) y todo lo relacionado con cuestiones de intendencia (vacaciones, permisos, etc.). Por el contrario, es muy gratificante para mí el poder trasladar mi experiencia, tanto personal como profesional, dar consejo y orientación, cuando es oportuno, ayudando en la medida de mis posibilidades al desarrollo profesional de mis compañeros.

¿Cómo compaginas tu trabajo en Tracasa Instrumental con la docencia en la UPNA? ¿Qué es lo que te aporta cada uno de los dos lugares de trabajo?

He sido profesor asociado de la UPNA desde el 2004. Creo que mi perfil se ajusta perfectamente a esa figura en la que el profesor es a su vez un profesional que transmite su bagaje para la formación universitaria. Para mí, la transmisión de conocimientos, el enseñar, es algo que siempre me ha inquietado y que me reporta grandes satisfacciones personales. Desde hace varios años también dirijo Trabajos de Fin de Estudios (grado y máster), algo con lo que también disfruto, suelo decir que para mí es como un hobby.

Por otra parte, supone para mí una gran responsabilidad, ya que como «empresa» espero que desde la universidad se ofrezca una formación de calidad para que los egresados puedan satisfacer las necesidades de las empresas a las que se incorporarán.

Esta actividad la he compaginado sin mayores problemas, no sin esfuerzo y dedicación de mi tiempo libre, y gracias al compromiso por parte de la universidad a la hora de asignarme horarios compatibles con mi trabajo.

La universidad también me ha servido para profundizar en el estudio de ciertos temas de mi ámbito profesional, la adquisición de «tablas» para la exposición y defensa en público, etc., todo lo cual creo que ha revertido positivamente en mi actividad laboral en Tracasa Instrumental.

¿Qué valoración hacen en tu entorno sobre el servicio que ofrece Tracasa Instrumental. ¿Crees que son conscientes de que es una sociedad pública/servicio público? 

Yo creo que los que nos conocen de cerca nos valoran muy positivamente. Creo que así lo aprecian también nuestros clientes (aunque sería nefasto “dormirnos en los laureles”).

Tenemos cierta presencia en medios y estamos teniendo un gran reconocimiento en el exterior con el sistema de gestión procesal que desarrollan nuestros compañeros del área de Justicia y que se está exportando a varias comunidades autónomas de gran peso en España. También tienen gran aceptación los sistemas de información geográfica desarrollados por el área GeoWeb, que en mi opinión son espectaculares y de una alta calidad técnica.

Como ya he comentado antes, cuando entré en Tracasa Instrumental era un “pipiolo” y si conocía algo sobre qué era una empresa pública sería porque inicié mi vida laboral en CETENASA. Creo que a las personas que incorporamos actualmente (recién tituladas) les pasa lo mismo, pero diría que en general, en Navarra, sí se conoce a las sociedades públicas y su misión, y a la nuestra en particular, por los trabajos que realiza y por su antigüedad.

¿En alguna ocasión te ha tocado escuchar comentarios negativos en torno a las sociedades públicas? ¿Qué aspectos consideras que debemos mejorar para cambiar las percepciones negativas que pueden tenerse sobre las sociedades públicas?

No me ha tocado escucharlos de manera directa, sé que los hay, pero considero que suelen partir de la desinformación asociada a convencionalismos o de posiciones sesgadas. Debemos seguir realizando nuestra labor con el mismo compromiso que hasta ahora, buscando la mejora continua y la excelencia. En la medida que lo logremos seremos mejor conocidos y reconocidos.

Como comentaba antes, creo que somos un instrumento o extensión de la Administración navarra que considero que resulta de gran valor y utilidad para ella y, en consecuencia, para la sociedad en general. Cumplimos una misión en la que el carácter de «ser empresa» (que intentemos mantener) ofrece posibilidades y ventajas adicionales y complementarias a los de la función pública, a la vez que se garantiza que el conocimiento y control se mantengan en la Administración.

Íñigo Marcilla Etxenike se formó como Arquitecto Técnico e Ingeniero de Edificación. Después de haber trabajado anteriormente en empresas de promoción, construcción y rehabilitación, este pamplonés trabaja desde hace tres años en el área de Rehabilitación y Regeneración Urbana del departamento de Vivienda de la sociedad pública Nasuvinsa, puesto por el que se interesó por «la posibilidad de participar directamente en un proyecto pionero y de gran transcendencia social como es la rehabilitación de nuestro parque residencial, para mejorar el nivel de confort y la calidad de vida de la ciudadanía».

Comenzando por lo más reciente, ¿cómo ha afectado a tu trabajo la pandemia y sus consecuencias? 

Supongo que, como para la mayoría, 2020 y 2021 han estado repletos de retos derivados de las circunstancias que nos ha tocado vivir por el Coronavirus y, aunque hemos experimentado muchos cambios en la forma de trabajar, creo que he conseguido adaptarme con facilidad afrontando los retos con el mayor optimismo posible.

Lo cierto es que me sorprendió la velocidad de adaptación tecnológica de Nasuvinsa para poner en marcha el sistema de teletrabajo. Creo que el resultado ha sido muy bueno y es de agradecer el esfuerzo llevado a cabo tanto por la dirección como por el conjunto de la plantilla. Tenemos a nuestra disposición buenas herramientas informáticas que nos permiten teletrabajar, aunque pueden darse algunas limitaciones a la hora de tener una comunicación fluida con los compañeros y compañeras del área.

Yo siempre intento sacar una lectura positiva de las cosas y el confinamiento tal vez nos haya enseñado a valorar, más si cabe, aspectos que antes pasaban más desapercibidos, los pequeños detalles del día a día.

¿Cómo comenzó tu andadura profesional en Nasuvinsa?

Cuando terminé la carrera en 2007 mi ilusión era poder iniciar mi trayectoria profesional en una empresa constructora donde aprender de primera mano el proceso de ejecución de los edificios. Pero con el paso del tiempo, mi interés se fue enfocando en la rehabilitación como herramienta clave para dar una segunda vida a nuestros edificios, mejorando la calidad de vida de las personas que los habitan.

Cuando me enteré de que Nasuvinsa había iniciado un proceso de selección para su área de Regeneración Urbana, no dudé en presentar mi candidatura por dos motivos principales: la buena reputación de Nasuvinsa y la posibilidad de participar directamente en un proyecto pionero y de gran transcendencia social como es la rehabilitación de nuestro parque residencial, para mejorar el nivel de confort y la calidad de vida de la ciudadanía.

Si tuvieras que explicar a alguien «pagano» en la materia a qué se dedica Nasuvinsa de un modo muy sencillo, ¿cómo lo harías?

Nasuvinsa es una sociedad pública que tiene un ámbito de actuación amplio y diversificado. Destacaría, por su especial transcendencia, las políticas de rehabilitación energética integral y regeneración urbana, la promoción de vivienda protegida, principalmente en régimen de arrendamiento, o la gestión de un parque público de más de 1.000 viviendas sociales. Mencionaría también la promoción y urbanización de suelo industrial, el impulso a la innovación en vivienda y urbanismo, la captación y desarrollo de proyectos europeos en vivienda o urbanismo sostenible, la actividad de la Agencia Navarra del Territorio y la Sostenibilidad-Lursarea o el impulso de áreas logísticas.

¿Qué tres cualidades destacarías del servicio que ofrece tu empresa en general a la sociedad navarra?

Vocación de servicio público, administración cercana a la ciudadanía y compromiso con el derecho efectivo a una vivienda digna y la lucha contra el cambio climático.

¿Cómo es un día normal en tu trabajo?

Definir una jornada laboral estándar no es del todo sencillo, ya que nos adaptamos a las necesidades de las comunidades de propietarios y nuestro trabajo lo desarrollamos a caballo entre el trabajo de oficina a las mañanas y reuniones con comunidades de propietarios a las tardes.

Efidistrict es el proyecto en el que trabajo dentro del área de Regeneración Urbana de Nasuvinsa y el objetivo primordial es mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas residentes en el barrio de la Txantrea. El proyecto trata de revitalizar un barrio envejecido por medio de la máxima implicación ciudadana.

La Txantrea es el barrio de vivienda social más antiguo de Pamplona y cuenta con 6.273 viviendas que fueron construidas antes de 1970 sin ningún tipo de aislamiento térmico y, por lo tanto, con un excesivo consumo en calefacción, existiendo también un riesgo de salubridad. En el barrio existen 8 redes de calor que dan servicio a todas estas viviendas.

El proyecto se apoya en dos conceptos muy sencillos. En primer lugar, reducir al máximo el consumo de las viviendas, por medio de la inclusión de medidas de eficiencia energética mediante la rehabilitación de envolventes térmicas; y, en segundo lugar, introducir energías renovables. Este tipo de actuaciones son una herramienta clave para luchar contra la pobreza energética y adaptación al cambio climático, creando un nuevo modelo de ciudad.

Con la puesta en marcha de este proyecto de rehabilitación energética integral se han podido impulsar dinámicas de revitalización y transformación en otros barrios de Pamplona y, hasta la fecha, en 6 municipios más de Navarra, con los proyectos europeos Sustainavility y Tudela Renove. Igualmente se ha iniciado un nuevo proyecto europeo ELENA-PRIMAVERA.

Estas son algunas de las metas más importantes del proyecto:

• Desarrollar una estrategia replicable y extensible a otros barrios que posibilite un marco de trabajo en torno a la eficiencia energética.
• Mostrar a los vecinos que las calefacciones de barrio, comparadas con las calefacciones individuales, constituyen sistemas más eficientes.
• Incorporar el ahorro energético y el uso de energías renovables como prioridad para propietarios, administración, constructores y técnicos.
• Obtener una metodología contrastada en procesos de renovación urbana para optimizar los recursos y favorecer la eficiencia energética.
• Consolidar la figura del Grupo de Gestión, con personal capacitado en este tipo de acciones

¿Qué supone formar parte del programa pionero «Edifistrict Txantrea»?

Es una gran suerte poder formar parte de la rehabilitación del barrio de la Txantrea y aprender de la amplia experiencia de Ana Bretaña, arquitecta responsable del área de Rehabilitación y Regeneración Urbana de Nasuvinsa y directora del proyecto Efidistrict. Los trabajos que he desarrollado anteriormente no han tenido un carácter innovador tan patente.

A través de este proyecto se ha puesto en marcha un modelo de gestión integral de rehabilitación energética a escala de barrio, que ha implicado tanto a ciudadanía y autoridades, como a profesionales y agentes que intervienen en la rehabilitación de los edificios.

Para conseguir estos objetivos, Nasuvinsa ha tenido un papel facilitador en cuanto a la promoción de actuaciones de inversión privada en eficiencia energética, facilitando la realización de licitaciones conjuntas para abaratar costes, y la realización de acuerdos marco con entidades financieras con el fin de facilitar la obtención de financiación para los vecinos.

Se realiza un acompañamiento a los vecindarios a lo largo de todo el proceso, tanto en los aspectos técnicos como sociales, ayudándoles en todas las fases. Desde la oficina de barrio abierta en la Txantrea asesoramos a vecinos y vecinas en cuanto a posibles soluciones técnicas, tramitación de subvenciones y financiación.

Hasta ahora, en los procesos de rehabilitación no existía un promotor profesional como tal. El equipo técnico de Nasuvinsa asume ese papel de promotor, como un nuevo agente, que incide en todas las necesidades reales detectadas, y que busca soluciones a través de un trabajo colaborativo de todos los agentes implicados: vecinos, administradores de fincas, técnicos, constructoras, administraciones, entidades financieras, etc.

Viendo el servicio de información y asesoramiento que ofrecéis a los vecinos y vecinas con interés en rehabilitar su vivienda, podría decirse que tu trabajo contiene un importante componente social. ¿Cómo pondrías en valor este aspecto?

Eso es, nuestro trabajo contiene una gran vertiente social. La clave para alcanzar la necesaria participación con el vecindario ha sido el trabajo desde la Oficina de Barrio, consiguiendo una máxima colaboración entre todos los agentes implicados, administraciones, técnicos y principalmente la ciudadanía.

El objetivo principal del proceso participativo es conseguir que se genere un entorno de confianza, entre los vecinos y vecinas del barrio y el equipo de gestión, de modo que la ciudadanía sienta una administración más cercana y amable, alejado del concepto de administración burocrática; que les acompaña, les escucha y busca una solución real a sus problemas y necesidades.

Este entorno de confianza es fundamental para alcanzar la implicación ciudadana necesaria para alcanzar los resultados. No nos podemos olvidar que se trata de obra privada, las viviendas son propiedad de los vecinos, por lo tanto, es necesaria la adopción de los acuerdos en reuniones asamblearias ya que son ellos los que pagan las actuaciones. Sin una participación activa de la ciudadanía, no se podrían haber alcanzado los resultados del proyecto.

¿Qué valoración hacen en tu entorno sobre el servicio que ofrece Nasuvinsa?

Las valoraciones que he recibido de mi entorno respecto de Nasuvinsa han sido siempre muy positivas, aunque lo cierto es que sí se sorprenden cuando les cuentas todas las actividades que se desarrollan. Antes de ser trabajador sí que conocía parte de la actividad que desarrolla la empresa en los ámbitos de regeneración urbana, gestión de vivienda social y alquiler.

¿En alguna ocasión te ha tocado escuchar comentarios negativos en torno a las sociedades públicas? 

Los únicos comentarios negativos que he recibido no han estado relacionados con la labor que realiza Nasuvinsa, sino con la dificultad que tiene, principalmente, la gente joven para poder acceder a vivienda en alquiler.