El talento femenino en las sociedades públicas
Aunque quede mucho camino por recorrer en la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres, también en el ámbito empresarial, las sociedades públicas de Navarra presentan una situación prácticamente paritaria en la composición de su plantilla, con un 49% mujeres y un 51% hombres. Algo similar sucede por tipo de contrato, con un 72% de mujeres con contratos indefinidos frente a un 74% de hombres.
Dentro de los seis grupos profesionales en los que se integran los más de 1.300 trabajadoras y trabajadores de las empresas públicas, un 42% de mujeres ocupa puestos directivos –un 56% de hombres se sitúan en los mismos cargos-; y un 51% de mujeres lo hacen en mandos intermedios, frente a un 49% de hombres.
Con el objetivo de seguir profundizando, trabajando y de poner los medios para alcanzar esa igualdad real, las sociedades públicas desarrollaron, en 2018, sus propios planes de igualdad, a pesar de que la legislación correspondiente - la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres- solo obligara a contar con dicho plan a aquellas empresas con más de 250 trabajadores. Así, los planes de igualdad de las 12 sociedades públicas de Navarra incluyeron la creación, en cada una de ellas, del correspondiente Grupo de Igualdad, para definir, implementar y medir el grado de ejecución de las acciones asociadas, en cuya realización se encuentran inmersas desde entonces.
“Talento” con nombre y apellidos
Para Enara Rabina del Río –bióloga por la UPV, especialista en Ecosistemas y Medio Ambiente y Máster en Prevención de Riesgos-, quien habla además 4 idiomas, aunque la situación de la mujer en las empresas públicas de Navarra pueda considerarse “mejor que la media” –según los últimos datos del INAE en España el 46% de los contratos indefinidos los han firmado mujeres y, según la encuesta Eurostat 2019, en la UE las mujeres ocupan tan solo el 36% de los puestos directivos-, “todavía queda mucho por mejorar, especialmente en el acceso a cargos de responsabilidad y en la brecha salarial. Porque a la hora de ocupar puestos de responsabilidad, o de valorar el trabajo del personal técnico, la mirada siempre va primero hacia los hombres y, en el caso de que una mujer acceda a este tipo de cargos, el nivel de exigencia es mucho mayor”.
Enara trabaja desde 2005 en el equipo de Biodiversidad de GAN-NIK. “En estos 14 años -antes trabajé en un camping, en el aula de la naturaleza del Parque Natural de Urbasa-Andía y en el Museo de la Ciencia de Donostia- he abarcado casi todas las temáticas de esta área. Desde la planificación, hasta el diseño y ejecución de planes y proyectos para la conservación de la diversidad biológica de Navarra”.
Aimara Chivite Chivite comparte con Enara el ámbito de actuación de su empresa –el medioambiente, ya que NILSA se dedica, entre otros ámbitos, a la depuración de las aguas residuales-. Sin embargo, Aimara tiene una formación de “letras”. Es licenciada en Derecho. Antes de incorporarse en la sociedad pública trabajó en un despacho de abogados, mientras cursaba el Máster de Acceso a la Abogacía en la Universidad Pública de Navarra. Reconoce que siempre ha sido una persona muy inquieta: “Al inicio de mi carrera cursé un Máster en Dirección de Comercio Internacional y ahora estoy preparándome como especialista en contratos públicos de la UDIMA”. Quizá por eso encaja a la perfección en un trabajo -técnica de administración y finanzas- en el que tan pronto se ocupa de la preparación de las licitaciones, “que exige un dominio importante de la normativa aplicable”, como participa en proyectos, como el de un nuevo drenaje urbano sostenible en el campus de la UPNA en Tudela.
Tecnificación y conciliación
Natalia Bellostas Muguerza –coordinadora de proyectos de I+D en la sociedad pública INTIA-, añade otra reflexión sobre el papel profesional de las mujeres en el ámbito laboral. “A pesar de que las mujeres lleguemos al mercado laboral con perfiles cada vez más técnicos, no me gustaría que corriéramos el riesgo de asemejar la valía profesional con el grado de tecnificación de un currículo. En mi empresa, y seguro que en todas las demás, hay compañeras con otro tipo de perfiles (administración, comunicación, finanzas...) sin cuya labor la propia empresa resultaría inviable”.
Ella llegó a INTIA en 2018 con un marcado bagaje internacional. Tras graduarse como ingeniera agrónoma en la UPNA, se doctoró en Bioquímica por la Universidad de Copenhague (Dinamarca). Trabajó en el país nórdico durante 8 años en múltiples proyectos de investigación internacionales. De vuelta a España se dedicó a la consultoría –también de proyectos europeos- y esta es su función actual en INTIA. “Gracias al trabajo que se ha hecho en la sociedad pública en los años precedentes, me atrevería a decir que estamos entre las entidades más potentes en Navarra en cuanto a participación en proyectos europeos, con más de 20 proyectos vivos ahora mismo, 11 de ellos en Horizonte 2020, que es el programa de I+D más competitivo a nivel europeo”. “Participar en proyectos europeos me obliga a viajar mucho, así que la corresponsabilidad con mi pareja es fundamental (tengo 3 hijos). La mayoría de las veces no es la maternidad en sí misma lo que frena la carrera profesional de las mujeres, sino el reparto desigual de tareas en casa. En cualquier caso, con hijos o sin ellos, es fundamental conciliar vida personal y laboral”, sentencia.
En la misma sociedad pública, y también ingeniera agrónoma por la UPNA, Idoia Ederra Gil es la directora de la Oficia Técnica de Seguimiento de la Explotación del contrato concesional de construcción y explotación de las infraestructuras de la ampliación de la primera fase del Canal de Navarra, uno de los regadíos más modernos y digitalizados del mundo. Entre sus responsabilidades, resalta la inserción de la tecnología GIS para una planificación hidráulica y energética integrada y sostenible; la incorporación en la 2ª fase del conocimiento y experiencia de la 1ª fase y su ampliación (con 35.000 hectáreas de regadío); y la participación en los estudios previos que exige cada actuación.
En otra de las sociedades públicas con marcado carácter técnico, Nasertic, Ainhoa Remírez Mayayo es una de las 2 jefas de área de la Dirección de Telecomunicaciones e Infraestructuras, donde existen 3 jefaturas. Allí gestiona el despliegue, operación y mantenimiento de las infraestructuras soporte de los centros de telecomunicaciones y de la red corporativa de Gobierno.
Ainhoa es Ingeniera de Telecomunicaciones por la UPNA y Máster en Economía de Telecomunicaciones. Inició su carrera en el ámbito de la telefonía móvil –en Nokia Networks, Ericsson y en operador luso TMN-, hasta que regresó a Navarra y entró en el Servicio de Telecomunicaciones del Gobierno, donde participó, entre otros, en proyectos como la transición de la TV analógica a la digital (2009) o el primer Plan Director de Telecomunicaciones. Además, preside la Asociación Navarra de Ingenieros de Telecomunicaciones y es miembro del grupo de trabajo del Colegio “Mujer e Ingeniería”.
Así como las Telecomunicaciones es un ámbito “poco feminizado”, la veterinaria tampoco lo era en exceso cuando Mariola Elía López (coordinadora de Biología Molecular en el Laboratorio de Nasertic) cursó su carrera en Zaragoza. Allí se especializó en Producción Animal y Economía, y tras trabajar en el Grupo Vall Companys y en el Grupo Auchan, se incorporó a la sociedad Nasersa, que luego paso a integrarse en Nasertic. “Entre mis funciones se han ido añadiendo, con el paso de los años, labores como la identificación y análisis de filiación animal, la genética forense –mediante un protocolo suscrito con Policía Foral - y la Memoria Histórica, ya que gestionamos el banco de datos de ADN desde 2016”, detalla la experta.
Tanto ella como Ainhoa coinciden en señalar la importancia de fomentar las disciplinas STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) desde una edad temprana, con el fin de incentivar la presencia y las competencias de las mujeres en esos sectores.
Sus perfiles representan, en todo caso, tan solo una pequeña muestra de las carreras y las responsabilidades que, en la actualidad, ejercen 610 mujeres en las sociedades públicas de Navarra. En el conjunto de estas 16 empresas queda mucho por hacer para equiparar sus condiciones a las de los homólogos masculinos. Pero el camino cuenta ya con un mapa muy claro, señalado por sus respectivos planes de igualdad. Y el recorrido trazado no tiene vuelta atrás.
(Reportaje publicado en el especial La Navarra del Siglo XXI de Diario de Noticias el 23 de diciembre de 2019)

Reportaje "El talento femenino en las sociedades públicas", publicado en Diario de Noticia el 23 de diciembre.