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INTIA organiza la jornada de resultados y conclusiones del Proyecto INIA sobre riego y fertilización en olivo

 

Durante los últimos años se han incrementado las plantaciones superintensivas de olivo debido sobre todo a la oportunidad que ofrecen de mecanizar determinadas prácticas culturales, especialmente la recolección. El mantenimiento del nivel productivo del cultivo es el objetivo principal y el agua de riego es un factor clave para su consecución. El manejo óptimo de este limitado recurso impone la necesidad de estudiar la respuesta del cultivo a aplicaciones de agua de riego reducidas y también su relación con el resto de factores productivos, todo ello para conseguir mantener tanto la producción como la calidad del aceite. Este es el principal objetivo del proyecto INIA “Manejo del riego deficitario en olivo superintensivo en el centro y norte de España”.

 


Tras la presentación de la jornada por parte de Carlos Santamaría, director de la división ITG de INTIA, tomó la palabra el técnico de esa misma empresa pública Ángel Santos, especialista en producción agrícola y responsable de la experimentación en olivo que lleva a cabo INTIA desde hace ya 20 años. A modo de introducción, antes de entrar en detalle con los resultados y conclusiones del citado proyecto INIA, Ángel Santos se encargó de exponer dos ensayos que han finalizado recientemente. Por un lado, presentó las conclusiones del ensayo de selección clonal de la variedad de olivo Arróniz. Este ensayo se inició en 1999, en él se escogieron las mejores parcelas y árboles de cooperativistas del Trujal Mendía y se compararon cuatro clones elegidos y uno estándar. El técnico de INTIA indicó que uno de los clones ha resultado ser el más productivo, tanto en oliva como en aceite, así como el más vigoroso. Además, explicó que no ha habido diferencias entre los distintos clones en ninguno de los otros parámetros comparados, ni en la composición del aceite.

 


Por otro lado, Ángel Santos, expuso los resultados de otro ensayo realizado acerca de formas de conducción en olivo. Este es un ensayo que comenzó con la plantación de olivos en Tulebras (Navarra) en el año 1996 y cuyo objetivo era comparar la adaptación de tres variedades: Arbequina, Arróniz y Empeltre, a tres sistemas de cultivo: superintensivo (en aquella época comenzaban a realizarse las primeras plantaciones), vaso (7x7) y eje central (7x5). Con los resultados de las cosechas de 18 años se ha concluido que la vida útil de las plantaciones superintensivas puede ser superior a veinte años (esto que ahora puede parecer obvio, se desconocía cuando se inició esta forma de cultivo). También se ha visto en el ensayo que la producción acumulada de esos 18 años de cosechas es mayor en el sistema superintensivo, aunque las producciones vayan decayendo frente al sistema tradicional en vaso. Además, se concluye que la variedad Empeltre no se puede cultivar en superintensivo por el exceso de vigor. La variedad Arróniz también tiene problemas de vigor excesivo. El sistema de eje central (7x5) no se adapta a la recolección con paraguas invertido, habría que recogerlo con máquinas laterales que en este momento no existen en el mercado.

 


Posteriormente, continuando con el programa, se pasó a profundizar en los resultados y conclusiones del Proyecto INIA “Manejo del riego deficitario en olivo superintensivo en el centro y norte de España”.

 


Josep Rufat (IRTA) y Cristina de Lorenzo (IMIDRA) se encargaron en primer lugar de exponer los objetivos del proyecto que se encuadran dentro del estudio de plantaciones superintensivas de olivo (variedad Arbequina) en distintas condiciones edafoclimáticas para la mejora de la productividad del agua de riego y la calidad del aceite: analizar los efectos de diferentes estrategias de riego deficitario controlado, de reducciones lineales y del riego de apoyo para mejorar la producción y calidad del producto final; definir la función de producción para plantaciones en plena producción; y estudiar la respuesta de variedades locales y de distintas técnicas de producción (abonado y manejo del dosel).

 


A continuación, Lluis Bonet (IVIA) y Ángel Santos (INTIA) presentaron los resultados concretos obtenidos en Alicante y Navarra respectivamente. Lluis Bonet indicó que en el ensayo de riego llevado a cabo en la localidad de Villena (Alicante) se comparó la variante control (4.500 m3/ha) frente a las variantes de 3.500 m3/ha, 2.500 m3/ha y 1.500 m3/ha. La variante control fue la más productiva sin diferencias significativas. Ángel Santos explicó que en Navarra se comparó la variante de control (100 % ETC-P) frente a las variantes de 130 % ETC-P, 70 % ETC-P y de Riego deficitario controlado. Esta última consistió en regar el 100 % de las necesidades de agua hasta el momento de endurecimiento del hueso, a continuación pasar a regar el 40 % de las necesidades, para posteriormente, aproximadamente hacia septiembre, volver de nuevo al 100% de las necesidades de agua del cultivo. Como conclusiones provisionales indicó que en Navarra, la variante 130 % fue la más productiva aunque sin diferencias significativas respecto a las otras variantes.

 


Durante la pausa de la jornada quienes asistieron al evento tuvieron la oportunidad de catar una muestra de aceites producidos en Navarra. Tras ella, Josep Rufat (IRTA) tomó la palabra de nuevo para hablar de necesidades de fertilización en olivar. Expuso que es necesario realizar análisis de hoja y de suelo para conocer el estado nutricional de la planta y no abonar en exceso, sobre todo en sistemas superintensivos por los problemas de exceso de vigor que nos pueden ocasionar.

 


Seguidamente, Amadeu Arbonés (IRTA), presentó los resultados de una experiencia llevada a cabo en la que se ha analizado la calidad del aceite en función del tipo de recolección realizada. Su recomendación para sistemas de recolección con cosechadora cabalgante fue que se realice la elaboración del aceite lo más rápidamente posible, ya que al golpear las aceitunas en la recolección, estas sufren daños, puede romperse la epidermis y esto provocar procesos oxidativos que perjudiquen la calidad del aceite.

 


Posteriormente, Juan Francisco Hermoso (IRTA), presentó una ponencia sobre poda en olivar en intensivo y en seto. En ella expuso unos ensayos realizados en los que se comparó la poda manual frente a la poda mecánica y los costes económicos de las labores en los distintos tipos de explotaciones. Concluyó que solo las explotaciones mecanizables podrán ser competitivas.



Finalmente, Mª Ángeles Pérez (IMIDRA) mostró las diferencias tanto químicas como organolépticas de los aceites en función de su procedencia y destacó el alto contenido en polifenoles, tan beneficiosos para el organismo y para la salud, del ensayo realizado en Navarra.

 

Información publicada en www.intiasa.es